La urticaria son ronchas que aparecen en la piel y que a menudo pican pudiendo comprometer la piel de cualquier parte del cuerpo, pudiendo tener distintos tamaños, desde pocos milímetros a varios centímetros, incluso llegando a unirse entre ellas. Estas ronchas pueden durar algunos minutos varias horas, pero suelen desaparecer antes de las 24 horas. Así como aparecen nuevas ronchas, van desapareciendo las más antiguas, por lo que los cuadros pueden durar varios días, siendo lo más frecuente que duren menos de 6 semanas. Cuando el cuadro es menor de 6 semanas se denomina urticaria aguda y cuando es mayor, se denomina urticaria crónica.
Cuando las ronchas son de gran tamaño y afectan más profundamente en la piel, se denominan angioedema, y hace que los párpados y labios se inflamen, pudiendo incluso obstruir las vías respiratorias, por lo que requiere atención inmediata de urgencia.
La urticaria a menudo es resultado de alergias, pero puede tener muchas otras causas, tales como infecciones, fármacos, enfermedades sistémicas, alimentos, etc.
¿Cómo se diagnostica la urticaria?
A menudo el diagnóstico de urticaria se realiza mediante la historia clínica y el examen físico, sin embargo, el mayor desafío es encontrar la causa de la urticaria. Por lo general, las urticarias de duración menor a 6 semanas no requieren un estudio específico, a menos que el dermatólogo estime lo contrario. Para aquellas urticarias de más de 6 semanas, encontrar la causa suele ser un desafío, por lo que es fundamental un historial médico completo y un examen físico exhaustivo, que suele acompañarse de pruebas adicionales, tales como pruebas de alergia (que pueden ser sanguíneas o test en la piel), análisis de laboratorio (para descartar algunas enfermedades asociadas o infecciones) o un biopsia de piel, en la cual se extrae un trozo pequeño de piel para evaluarse mediante microscopio, observando posibles causas o enfermedades que pueden simular una urticaria. Otros exámenes para encontrar la causa de la urticaria pueden incluir pruebas específicas de provocación de urticaria, exámenes de imágenes como ecografías o endoscopías y otras pruebas sanguíneas específicas.